¿Roncas al dormir?
Durante el día, ¿sientes fatiga o falta de energía?
Durante la noche, ¿sientes que no descansas y te despiertas constantemente?
¿Te han comentado que dejas de respirar al dormir o te despiertas repentinamente con sensación de ahogo?
¿Sufres dolor de cabeza frecuentemente por las mañanas?
¿Sufres deterioro cognitivo, como dificultad para concentrarte, olvidos o irritabilidad?